Este año 2019 tuve la tan ansiada oportunidad de participar por primera vez en este reto que solo a Disney se le podía ocurrir: 4 carreras en 4 días, cada una más exigente que la anterior. Tenía ganas de hacer esta locura desde que empecé a correr distancias mayores a 10km por allá del 2014, cuando de hecho se implementó este reto, cosa que entonces veía demasiado lejos, puesto que no había corrido ni una sola maratón en ese momento, pero la paciencia, la disciplina y un proceso bien guiado me llevaron a completarlo luego de 6 años de quererlo correr.
En cuanto a mi entrenamiento, fueron nueve meses de mucho sacrificio, no solo para mí, si no también para mi familia entera. No fue muy diferente de prepararse para una maratón, pero cuanto más se acercaba la fecha, uno va cuestionándose "¿En qué diantres me metí?", por lo que el entrenamiento mental juega un papel importante. Aquí es donde mis compañeros del equipo HypoxicCR y sobre todo mi entrenador Jorge Burger, hacen que el proceso de preparación sea efectivo, llevadero y preciso para completarlo y hacerlo bien, porque uno bien podría decir “bueno, a ver como nos va” pero yo quería empezarlo bien, disfrutar cada día y terminar entero, cosa que se logró.Si le sumamos a esto que la idea del viaje a Disney era también familiar, que conllevaba tres días primero de caminadas en los parques escogidos por mis hijas, bueno, esto se convirtió en un factor más a considerar y un punto de cordura menos a la hora de enfrentar el reto. Llegamos el sábado por la noche a Orlando, y según el plan, tocaba ir a tres parques diferentes los días domingo, lunes y martes. Muchos de los que ya han ido a Disney saben lo que implica ir con chicos menores de 9 años, lo cual puede resultar “algo” cansado. El día miércoles fue dedicado para recoger el paquete y descansar previo a iniciar el reto. Acá una pequeña reseña de los días anteriores y las carreras por distancia:
- 5k: El día jueves, con una temperatura de 2℃, llegamos a los corrales y arrancamos a las 5:30 a.m. Se recorre parte de Epcot, una vuelta que pasa por detrás del parque y por dentro del mismo. La idea era correr tranquilo, pero hacia tanto frío que decidí apretar desde el inicio y terminar lo antes posible, ni de calentar dio tiempo cuando llegue a la meta. El día 1 fue una dosis de realidad, para darte cuenta de que tu sueño acaba de empezar a hacerse realidad.
- 10k: El viernes iniciamos la carrera a las 5:30 a.m. y de nuevo con una temperatura un poco fría para mi gusto, a 5℃, por lo que decidí correr por sensaciones, sin ver el reloj. Además, iba literalmente abrigado hasta el cuello. Se corren esos 10 kilómetros recorriendo otra parte que en la carrera anterior no se visita; cuando terminas queda esa emoción de que lo mejor aún está por venir.
- 21k: El sábado corrimos los 21k, una distancia que disfruto mucho, a una temperatura bastante agradable ya de 10℃, en esta carrera no sólo corres en Epcot sino que llega el momento de visitar Magic Kingdom, pasar por las atracciones clásicas y cómo no mencionar el hecho de pasar por el Castillo de la Bella Durmiente: una postal del evento. Recién terminada la carrera de nuevo en Epcot, tocaba buscar un poste o columna para esperar al resto del grupo con las piernas en alto e iniciar así la recuperación para lo más importante.
- 42k: El domingo se llega el momento muy temprano en la mañana desde que te preparas: aproximadamente a las 2:30 am ya uno está listo para iniciar el ritual de preparación a una maratón. Sabes que llegó el día de llegar a la cita con esa carrera a la que todos le debemos respeto, más no miedo. A las 5:30 a.m. y con una temperatura de 12℃, inicié mi quinta maratón en el primer carril para mi suerte, por lo que no tuve que esperar prácticamente nada. ¿Y cómo estuvo? Basta con decir que disfruté cada km como nunca antes lo había hecho, pasando por todas las etapas de una maratón: reí, sufrí y lloré al llegar y ver a mi familia en el "fan zone", y más aun cuando me di cuenta que acababa de hacer récord personal (PR) en maratón, nada más y nada menos que en el reto Dopey. Ah! Y no se me puede olvidar lo impresionante que es ver el amanecer desde Magic Kingdom, una postal.
Correr 42k en Disney no tiene comparación: las personas te animan desde que sales de Epcot, Magic Kingdom, Animal Kingom, ESPN Wide World of Sport Complex y Hollywood Studios para retornar de nuevo hacia Epcot. Todo el camino tienes algo que ver, fotos que tomarte con tus personajes favoritos; ves desde muy jóvenes hasta personas adultas volver a sentirse como ser niños. Puedes apreciar la emoción de las familias que esperan al lado de la ruta el momento que su corredor pase y ovacionarle como héroe. Por cierto, las familias pueden ingresar a todos los parques por donde pasamos los corredores sin necesidad de tiquetes desde temprano en la madrugada para que puedan ubicarse y apoyarnos. A la vez, las familias y los corredores podemos ver el behind the scenes de los parques de Disney, cosa improbable en una visita regular. Todos los colaboradores de Disney te animan y te hacen sentir que eres un corredor único. Los voluntarios están listos para ofrecerte hidratación, la cual que es abundante; hay puestos de apoyo médico que no dudan en ayudarte si sientes alguna molestia; el ejército de limpieza mantiene la ruta despejada de basura; en fin, la dinámica y logística es simplemente espectacular.
La distancia es exigente pero cruzar la meta es algo que nunca podrás olvidar, al darte cuenta que tu sueño se cumplió, que tú defines tus límites, que esas seis medallas que ahora posees no son mera vanidad ni materialismo, si no un recordatorio para ti mismo de que lograste algo valioso, algo que quieres ver en esos momentos en que crees que nada sale como quieres, que le enseñas al mundo que TU eres capaz de cosas que a muchos les da miedo y crean un mundo de excusas para no alcanzarlo. El Dopey Challenge no es para todo el mundo, es sólo para quienes creen en sí mismos, personas que luchan por sus metas y están listos para alcanzar una más difícil al día siguiente.
Ps. Algo que hay que hacer es visitar Disney Springs luego de la maratón con la medalla del Dopey para lucirla y sentirse orgulloso con el resto de los finishers. Toda la gente te felicita y hay buenos descuentos en comida y bebidas.