Prácticamente no tenía algún objetivo claro de lo que quería hacer, solo corría los fines de semana por correr, con las bases de amigos que me decían “haga esto, haga lo otro”.
Empecé a entrenar con Hypoxic por recomendación de un amigo. Recuerdo bien el correo que me enviaron “Lo invitamos a una sesión en la Guácima para que conozca nuestra metodología, firmada por el DT Luis Diego Chaverri Madden” Los entrenamientos realmente me abrieron la mente de que todo lo que estaba haciendo anteriormente, estaba súper equivocado. Poco a poco empecé a conocer mucha gente que contaban “hey fui a hacer una maratón en X lugar” “El fin de semana hicimos un fondo para La Ruta” , “el triatlón estuvo bastante bonito”.
Un día hablé con los entrenadores Roberto y con “Luigi”; después de una sesión en la UCR, y les pregunté “podré hacer estas cosas algún día ¿ Podré hacer un triatlón si realmente no sé nadar?. La respuesta fue “Solo si usted cree que puede, lo va a poder hacer”, pero nosotros le ayudamos.
La natación fue un martirio, ese miedo al fondo del mar, ese miedo a los golpes de las olas, toda una odisea poder salir. En mi primer triatlón, Luigi me pregunto“está seguro de que va a nadar?” Y le contesté “diay DT si me ahogo me ahogo, pero será tratando de hacerlo, si no; nunca lo voy a hacer y me voy a quedar viendo como los demás lo hacen”. Claro por dicha habían como 10 kayaks y me ayudaron a salir y pude terminar el primer sprint de mi vida.
Sigo igual luchando con la natación, porque aún me cuesta bastante. Por dicha ya no soy “Kiko en Acapulco” (como me decían o dicen mis amigos). En Noviembre del 2012 hice La Ruta de los Conquistadores, un sueño de toda persona que practica MTB y el pasado mes de Febrero en Panamá pude hacer mi primer 70.3 (Medio Iron Man). Nunca he hecho un triatlón olímpico y pensar en ir a nadar 1.9k, bueno fue toda una experiencia. Aún salgo casi de último en la natación, pero gracias a Dios salgo; ya no se quedan mis pies en la arena.
Ahora vamos a hacer el Guanaride a partir del 25 de Mayo, otra experiencia de MTB grandiosa, todo gracias a Dios, mi familia y gracias a mucha gente que me inspira también con sus objetivos deportivos concluidos.
He aprendido que un buen atleta no se mide por el tiempo que dure compitiendo,sino, por su esfuerzo y dedicación que ponga para alcanzar sus sueños. Seguimos soñando…
